El Partido Socialista por la Igualdad en Estados Unidos realizó su V Congreso Nacional entre el 22 y el 27 de julio en el sureste de Michigan. La principal resolución del Congreso, “El resurgimiento de la lucha de clases y las tareas del Partido Socialista por la Igualdad”, fue sujeta a una discusión extensa. Después de cuatro días de debate, incluyendo propuestas para enmendar o clarificar diferentes secciones del borrador, la resolución fue adoptada de forma unánime.
El Congreso también adoptó una resolución condenando la persecución de Julian Assange y llamando a una campaña internacional para asegurar su puesta en libertad.
El Congreso eligió a un nuevo Comité Nacional del PSI y reeligió a David North como presidente nacional del partido. El Comité Nacional entrante reeligió a Joseph Kishore como secretario nacional, a Lawrence Porter como secretario nacional adjunto y a Barry Grey como editor nacional de EUA para el World Socialist Web Site.
El Congreso del PSI registró un aumento substancial de nuevos miembros al partido, provenientes de todas partes de Estados Unidos, desde el IV Congreso Nacional en el 2016. El nuevo Comité Nacional incluye a muchos miembros que se unieron al partido en los últimos cinco años.
Estuvieron presentes delegaciones de los partidos hermanos del Comité Internacional de la Cuarta Internacional. También atendieron simpatizantes del CICI de América Central y del Sur.
Los delegados del Congreso participaron en una amplia y extensa discusión que repasó la situación política en EUA e internacionalmente, examinando las experiencias de la clase obrera y el partido durante los últimos dos años y extrayendo las tareas del PSI. Hubo reportes separados y discusiones sobre las huelgas docentes y el crecimiento de la lucha de clases en EUA, la lucha por el PSI contra la censura del Internet, la campaña del PSI y el CICI contra la persecución de Julia Assange, el ataque del Gobierno de Trump contra los trabajadores inmigrantes y el carácter derechista de la campaña #MeToo (#YoTambién) y la política de la pseudoizquierda.
La resolución principal adoptada por el Congreso subraya la inmensa crisis del sistema capitalista mundial. Así comienza:
El sistema capitalista mundial ha entrado en un periodo agudo de crisis social y política, caracterizado por un descontento generalizado por el deterioro de los niveles de vida y la concentración extrema de la riqueza, intensificando el conflicto de clases y desacreditando instituciones políticas establecidas desde hace mucho tiempo. Secciones substanciales de la clase obrera y la juventud poseen un sentimiento cada vez mayor de que el capitalismo es inherentemente injusto y que son necesarios cambios fundamentales en el sistema económico.
Elaborando sobre este tema, David North, en su reporte introductorio al Congreso, resumió las condiciones extraordinarias en las que se estaba celebrando: el colapso de alianzas internacionales; la explosión del imperialismo estadounidense y la acumulación militar de todas las principales potencias capitalistas; los feroces conflictos en los niveles más altos del Estado; el giro de la burguesía hacia el autoritarismo, incluyendo la censura en línea y el aumento extremo de la desigualdad social.
North enfatizó el carácter reaccionario y antidemocrático de todas las facciones de la clase gobernante estadounidense. Declaró:
Sería el extremo de la inocencia creer que existe una división política profunda entre Trump y sus oponentes demócratas. Intentar determinar quién es “peor” es como elegir entre ser mordido por una cobra o estrangulado por una boa constrictor. En un instante uno podría pensar que no puede haber nadie peor que Trump. Pero, es en ese momento cuando uno ve al senador demócrata, Mark Warner, amenazando con guerra a Rusia y los diputados demócratas en la Cámara de Representantes cantando “¡USA! ¡USA!”, y, en comparación, Trump parece casi civilizado. Por ende, la única respuesta correcta fue sugerida por Shakespeare: “¡Así caiga una plaga sobre ambos partidos!”.
Un tema central del reporte de North, la principal resolución del Congreso y la discusión fue el octogésimo aniversario de la Cuarta Internacional, la cual fue fundada por León Trotsky y celebró su primer Congreso en setiembre de 1938. Muchas contribuciones al Congreso del PSI discutieron la relación entre el legado que ha defendido la Cuarta Internacional a lo largo de su historia y el desarrollo de la consciencia de las vastas masas obreras y juveniles.
“Desde la ubicación ventajosa del 2018”, asevera la resolución principal, “no cabe duda que el análisis histórico, los principios y el programa sobre los cuales se fundó la Cuarta Internacional en 1938 y los cuales fueron defendidos en la Carta Abierta que estableció el Comité Internacional en 1953, han sido reivindicados por el recorrido entero de la historia”.
En su reporte, North explicó la relación entre la consciencia histórica y la consciencia socialista. “El examen de las experiencias del pasado siempre ha sido para los marxistas una preparación esencial para las luchas futuras”, afirmó.
El Comité Internacional y sus secciones no solo introducen una serie de consignas y demandas en las luchas de la clase trabajadora. Estas contienen una importancia considerable, pero no son suficientes para la educación de la clase obrera y la elevación de la consciencia política al nivel necesario para llevar a cabo una revolución socialista. Para entender la crisis y las tareas que confronta, la clase obrera debe asimilar la naturaleza de la época histórica en la que vive y lucha. Más allá, para el desarrollo de una estrategia revolucionaria y las tácticas apropiadas, la clase obrera debe adquirir un nivel suficiente de conocimiento sobre los principales eventos políticos y luchas revolucionarias del último siglo. Finalmente, para que la clase obrera pueda evaluar las organizaciones y tendencias que afirman representar sus intereses, debe conocer su historia, su linaje político y el papel que han desempeñado en luchas pasadas.
La resolución principal enfatiza que el desarrollo de un movimiento socialista de las masas obreras internacionales depende de la actividad del PSI y el CICI. Durante la discusión, muchos de los participantes citaron una sección de la resolución que indica:
Ante esta situación histórica, el propio partido revolucionario representa un factor inmenso en determinar el resultado de la crisis objetiva. Una evaluación de la situación objetiva y una asimilación realista de las posibilidades políticas que excluya el impacto de la intervención del partido revolucionario es completamente ajena al marxismo. El partido marxista revolucionario no solo comenta sobre los eventos, sino que participa en los eventos que analiza y, por medio de su dirección de la lucha por el poder obrero y el socialismo, trabaja para cambiar el mundo.
La tarea central del PSI es construir un movimiento independiente, revolucionario y socialista en la clase trabajadora. Esto requiere una batalla contra las políticas de la pseudoizquierda, compuesta por grupos como los Socialistas Democráticos de América (DSA, siglas en inglés) y la Organización Socialista Internacional (ISO, siglas en inglés) que representan los intereses sociales de capas privilegiadas de la clase media-alta. Asimismo, esta tarea exige una lucha contra los sindicatos, los cuales operan como agentes de las gerencias corporativas y el Estado y se dedican a suprimir la lucha de clases.
Un segmento clave de la resolución principal fue un tema de gran discusión por el Congreso, bajo el título “La lógica de la lucha de clases y la huelga general”. Afirma que es inevitable en EUA el estallido de luchas sociales de una magnitud nunca vista y que estas luchas, “independientemente del tema inmediato y de su ubicación… atraerá la participación activa de millones de trabajadores”. Luego, continúa: “Dada la experiencia histórica de la clase trabajadora, el resultado lógico de esta coalescencia de luchas sociales será una huelga general, la cual planteará la cuestión de poder político”.
En preparación para tal lucha, indica la resolución, la clase trabajadora debe desarrollar “una red interconectada de comités populares en los centros de trabajo y vecindarios”, cuya necesidad se deriva de las experiencias de los mismos trabajadores con las organizaciones antiobreras que son los sindicatos. En uno de los reportes principales pronunciados ante el Congreso, Jerry White, editor de asuntos laborales del WSWS, repasó detalladamente las experiencias del último año, incluyendo la ola de huelgas de maestros en EUA que se desarrolló en oposición a los sindicatos.
Joseph Kishore, secretario nacional del PSI, señaló que el Congreso reflejó el grado de consciencia sobre las inmensas tareas que enfrenta el partido. “La clase gobernante está tomando pasos alargados para implementar ataques de gran alcance contra los derechos democráticos”, dijo, “incluyendo los esfuerzos para clausurar y censurar el Internet, dirigidos ante todo contra el World Socialist Web Site. La oligarquía está alineando sus formas políticas [de gobierno] con el carácter de la sociedad capitalista—incluyendo los niveles insostenibles de desigualdad social y los preparativos avanzados para una guerra mundial—”.
Sin embargo, añadió, el Congreso también reflejó el espíritu de optimismo revolucionario enraizado en un entendimiento de que los principios y la historia del PSI y el CICI corresponden y expresan los intereses de las masas de trabajadores en todo el mundo. “No tengo ninguna duda”, concluyó, “de que el PSI surgirá como dirección de las luchas de la clase obrera y ganará, bajo la bandera del trotskismo, a las grandes masas de trabajadores y jóvenes que buscan una forma para luchar contra el sistema capitalista”.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de agosto de 2018)