Los padres del autor de 15 años del tiroteo en la secundaria Oxford, Ethan Crumbley, fueron arrestados temprano por la mañana del sábado en Detroit después de una persecución de fugitivos llevada a cabo por el Servicio de Alguaciles de EE.UU. que incluía una recompensa de $10.000 por información que llevara a su captura. Funcionarios iniciaron la búsqueda después de que los padres no comparecieran en su instrucción de cargos por la tarde del viernes.
James y Jennifer Crumbley fueron arrestados por la policía de Detroit a aproximadamente la 1:45 de la mañana después de que un consejero viera su vehículo cerca de un edificio de industria ligera en la parte oriental de la ciudad. El jefe de la Policía de Detroit James White informó a los medios de comunicación locales que los dos “parecían estar preocupados” pero no portaban armas y se rindieron sin ofrecer resistencia. El abogado de los Crumbley dijo que ellos “absolutamente iban a entregarse” y acusó a McDonald de no comunicarse con el equipo defensor, a pesar de varios intentos por su parte de comunicarse con la oficina del fiscal del Condado de Oakland por la mañana del viernes.
La pareja fue entregada a los Servicio de Alguaciles de EE.UU. y la Oficina del Sheriff del Condado de Oakland y transportada a la Prisión del Condado de Oakland en Pontiac, Míchigan, y puesta en celdas de aislamiento, la misma ubicación donde su hijo se alberga. Según se reporta, ellos estaban bajo la vigilancia al suicida.
Ethan Crumbley fue acusado como adulto de 24 cargos, incluidos el homicidio involuntario y terrorismo llevando a la muerte por asesinar a tiros a cuatro compañeros de clase y herir a seis estudiantes más y una maestra el 30 de noviembre. Crumbley llevó a cabo el tiroteo con una pistola semiautomática de 9 milímetros durante el período que separa dos clases cuando los pasillos de la secundaria de Oxford estaban llenos de estudiantes y empleados. En un lapso de cinco minutos, hizo más de 30 disparos antes de que fuera detenido por la policía del campus.
Durante la instrucción de cargos contra los padres de 30 minutos por la mañana del sábado, el fiscal McDonald exigió una fianza de $500.000 porque consideraba que era probable que los Crumbley huyesen. James Crumbley, de 45 años de edad, y Jennifer Crumbley, de 43, aparecían vía vídeo desde la cárcel ante la jueza Julie Nicholson del tribunal del distrito 52-3 en Rochester Hills, y McDonald dijo, “Éste es un caso muy serio, horrible, terrible de asesinato y tiroteo y ha afectado a la comunidad entera. Y estos dos individuos lo podrían haber impedido”. El fiscal afirmó que los padres debían haber sabido que su hijo era un peligro, le habían dado el arma que usó y no habían podido impedirle el acceso a ella.
Shannon Smith y Mariell Lehman, abogados de los Crumbley, argumentaron que el fiscal ha “elegido con cuidado” los hechos y que hay más cosas involucradas en el asunto de lo que la corte sabe. Smith dijo, “Nuestros clientes se oponen a estos cargos. Nuestros clientes se sienten tan devastados como los demás”.
Lo que tuvo lugar la semana pasada fue un evento horrible. Ethan Crumbley cometió una acción criminal al acabar con la vida de cuatro jóvenes. Pero la decisión del fiscal del Condado de Oakland de enjuiciar a los padres bajo cargos de homicidio involuntario por fracasar en impedir que su hijo cometiese un crimen tan horrible no está en consonancia con enjuiciar a su hijo de 15 años como un adulto. ¿Cómo es que la corte puede insistir en que los padres sean los responsables de los asesinatos cometidos por Ethan Crumbley, cuando a él no le proporcionan las protecciones disponibles para criminales juveniles?
Un hecho en la explicación por el fiscal de los cargos contra los padres que Smith disputó durante la instrucción de cargos fue la afirmación de que el arma empleada estuviera en un cajón sin cerradura en la casa de los Crumbley. Pero mientras sus padres sin duda tienen culpabilidad moral por lo sucedido, la culpabilidad moral y la responsabilidad legal criminal son asuntos totalmente distintos.
¿Verdaderamente se puede decir que los padres deberían haber sabido que era probable que su hijo matara a sus compañeros de clase ese día, como se requiere bajo el estatuto de homicidio involuntario en Míchigan? ¿Y qué afirman sobre la responsabilidad de los administradores escolares, que no registraron la mochila del chico? El fiscal ya está planteando la posibilidad de realizar procedimientos criminales contra la escuela también.
Como siempre pasa después de tales eventos, los medios de comunicación y los fiscales buscan la culpa individual. El asesino es descrito como “vil”, “demente”, “un monstruo”, sin dar la menor importancia a lo que tales eventos revelan sobre la sociedad de la que tales individuos surgen. Tal planteamiento nunca sirve para nada.
Después de todo, esta explicación “individual” no ha impedido ninguno de los 230 o más tiroteos escolares que han tenido lugar durante los 21 años desde el tiroteo en la secundaria de Columbine. Asesinatos por tiroteos masivos en escuelas estadounidenses han sido llevados a cabo cada vez más frecuentemente durante este período, pero nada cambia en la manera en la que la clase dirigente reacciona a tales eventos horribles.
Después del tiroteo escolar durante febrero de 2018 en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, cientos de miles de jóvenes manifestaron para exigir no sólo restricciones en ventas de armas, pero también un cambio a la sociedad profundamente angustiada que causa tales eventos. Pero la clase dirigente no hizo nada, las protestas se disolvieron y los tiroteos continuaron.
El fiscal del Condado de Oakland enjuició a los padres porque ellos “podrían haber detenido” este crimen. ¿Pero quiénes más “podrían haber detenido” éste y los otros tiroteos incontables que han arruinado la vida de miles de personas durante las últimas dos décadas? ¿Qué se puede decir sobre los políticos que han llevado a cabo un estado de guerra permanente durante este mismo período, envenenando a la sociedad con el jingoísmo y la idealización sin fin de la violencia militar? ¿Y los grupos de presión fascistizantes de armas? ¿Qué se puede decir sobre los responsables por décadas de recortes en programas de educación y salud mental que dejan que chicos turbados lleven a cabo tales acciones horribles?
El público está completamente justificado en exigir respuestas a preguntas sobre cómo fue posible que Ethan Crumbley realizara un tiroteo masivo aterrador en la secundaria de Oxford, especialmente cuando había advertencias de que estaba perturbado psicológicamente y, aparentemente, que podrían haberle detenido para retirarlo de la escuela más temprano ese día. Pero el hecho es que el enjuiciamiento de los padres de Crumbley por el sistema jurídico del Condado de Oakland –con el apoyo de los medios corporativos– será un precedente legal peligroso. El Estado se encontrará capacitado. Los chicos irán a la cárcel por amenazas criminales sin proceso debido, muchos serán expulsados injustamente, y los males sociales que producen a tanta gente perturbada persistirán, lo que conducirá al próximo cuento de horror.
El Estado capitalista propone, como siempre lo hace, que la solución se encuentra en poner a más gente en la cárcel, contratar a más policías, expandir los poderes de los fiscales. Pero el enjuiciamiento de los Crumbley por el crimen horrible de Ethan Crumbley no detendrá los próximos tiroteos escolares. Tales medidas desvían la ira del público de la verdadera fuente de los tiroteos escolares y en cambio intentan dirigirla hacia individuos por problemas que en realidad surgen de la sociedad.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 6 de diciembre de 2021)