Millones de personas en todo el mundo están saliendo a las calles para protestar contra el genocidio en Gaza y la amenaza de una guerra mundial. El Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP), en estrecha cooperación con nuestros camaradas en Francia, Reino Unido, Turquía, Ucrania y Rusia, está participando en las elecciones europeas para dar voz a esta oposición y convertirla en un poderoso movimiento contra la causa fundamental de la guerra, el capitalismo.
Al apoyar el genocidio en Gaza, todas las potencias imperialistas están demostrando claramente que están dispuestas a cometer crímenes indescriptibles en defensa de sus intereses económicos globales y a subyugar a un Oriente Medio rico en petróleo. Están reaccionando a la oposición masiva a este baño de sangre aboliendo los derechos democráticos básicos y agitando en contra de los refugiados e inmigrantes. En Alemania, se prohíben las manifestaciones pacíficas y se están poniendo bajo asedio distritos enteros.
Esto demuestra una cosa por encima de todo: No es posible evitar una tercera guerra mundial y defender los derechos democráticos y logros sociales pasados apelando al gobierno. Los intereses de la gran mayoría del pueblo ya no pueden conciliarse con la codicia por las ganancias y los apetitos imperialistas de la clase dominante. Para poner fin a la guerra y la desigualdad, la clase obrera debe intervenir independientemente en el proceso político, romper el poder de los bancos y las corporaciones, y ponerlos bajo control democrático.
Ese es nuestro objetivo. Estamos construyendo un partido internacional que unirá a los trabajadores de todo el mundo en la lucha contra el capitalismo y la guerra: la Cuarta Internacional. Si eres elegible para votar en Alemania, firm a ahora para apoyar nuestra participación en las elecciones europeas. Haz una donación tan generosa como pueda a nuestro fondo electoral y regístr ate para apoyar activamente nuestra campaña y construir el SGP como el nuevo partido de masas de la clase trabajadora.
¡Alto al genocidio en Gaza!
El gobierno derechista radical de Netanyahu está cometiendo un genocidio en Gaza. La población entera está siendo tomada como rehén, sufriendo hambre, terror y bombardeos constantes. Según cifras oficiales, 6.000 niños fueron asesinados solo en los primeros 60 días de la guerra, 10 veces más que en los más de 600 días de guerra en Ucrania. El desplazamiento forzado de tres cuartas partes de la población y la destrucción sistemática del sistema de atención médica provocarán las epidemias más graves entre los 2.2 millones de palestinos. Según las Naciones Unidas, 600.000 personas enfrentan la amenaza de morir de hambre.
Esta crueldad indescriptible no es responsabilidad exclusiva del régimen de Netanyahu. Es el resultado directo de la intervención de las potencias imperialistas, especialmente Alemania y Estados Unidos, que apoyan y arman a Israel. El canciller Scholz y el presidente Biden consideran que la eliminación de los palestinos es un requisito previo para librar una guerra más amplia contra Hezbolá en el Líbano, así como contra Siria e Irán. Al igual que en las guerras ilegales de agresión contra Irak, Libia y Afganistán, las potencias imperialistas persiguen el objetivo de poner bajo su control a esta región rica en petróleo.
Esto no tiene absolutamente nada que ver con la seguridad de la población judía en la región, quienes también se ven amenazados por esta política imperialista. Es el colmo del cinismo que el gobierno alemán trate de justificar sus políticas como gran potencia y su apoyo al genocidio afirmando que está luchando contra el antisemitismo.
No son los millones de trabajadores y jóvenes que expresan solidaridad con los palestinos oprimidos los que están adoptando las tradiciones fascistas de los nazis, sino la clase gobernante, que vuelve a desplegar tanques alemanes contra Rusia, declara el genocidio como política estatal y arma a la Bundeswehr (Fuerzas Armadas) en una medida no vista desde la época de Hitler.
Para reprimir la creciente oposición a esta odiada política, el gobierno de coalición se viste con el traje apolillado del fascismo. Está incitando al odio contra los refugiados y los inmigrantes y aboliendo los derechos democráticos básicos. La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) está siendo cortejada y las más altas autoridades están protegiendo a las redes terroristas de extrema derecha entre la policía y los servicios secretos y dentro del ejército.
Pero el nacionalismo tóxico de los que están en el poder es contrarrestado por un poderoso movimiento internacional. Millones de personas en todo el mundo se han manifestado contra el genocidio en Gaza en las últimas semanas, a pesar de la propaganda de los políticos y los medios de comunicación, señalando lo fuerte y globalmente conectada que está la clase obrera hoy en día. Este movimiento debe expandirse y armarse con una perspectiva socialista.
Exigimos:
· ¡El fin inmediato del asedio de Gaza y la desmovilización completa del ejército israelí!
· ¡Que Netanyahu, Biden, Scholz y todos los demás criminales de guerra rindan cuentas por sus crímenes de guerra!
· ¡La lucha para unir a los trabajadores palestinos e israelíes en la batalla por un estado común laico y socialista!
¡No a la Tercera Guerra Mundial!
El genocidio en Gaza es otro frente en una guerra global en expansión. En Ucrania, la OTAN está librando una guerra por delegación contra Rusia; en Oriente Medio, apunta a Irán y sus aliados, incluido Hezbolá en el Líbano; y en la vasta región del Indo-Pacífico, Estados Unidos y sus aliados se preparan para la guerra contra China. Al igual que en 1914 y 1939, la guerra mundial trata sobre la redivisión del mundo entre las potencias imperialistas.
La clase dominante de Alemania está siguiendo directamente sus objetivos bélicos en las dos guerras mundiales del siglo pasado. Quiere poner a Ucrania bajo su control y subyugar a Rusia para apropiarse de los enormes recursos naturales en el este. Si hace 80 años redujo Europa a escombros, ahora amenaza con la aniquilación nuclear de todo el planeta.
El militarismo imperialista no solo se dirige contra Rusia y China. Las viejas enemistades entre las potencias de la OTAN también están resurgiendo, entre Alemania y Estados Unidos, pero también dentro de Europa. A medida que Berlín intenta organizar Europa bajo su liderazgo, los conflictos con Francia, Gran Bretaña y Polonia crecen.
La propaganda utilizada para justificar el retorno del militarismo alemán está tomando formas cada vez más absurdas. El apoyo del gobierno al genocidio en Gaza demuestra que su discurso de luchar por la 'libertad' y la 'paz' en Ucrania es completamente mentiroso. Justifica los peores crímenes de guerra israelíes refiriéndose a la 'responsabilidad alemana' por los crímenes de los nazis, mientras que en Ucrania trabaja con los herederos políticos de los colaboradores nazis, así como con fascistas y antisemitas declarados, para librar una vez más una guerra contra Rusia, donde millones de personas fueron víctimas de la guerra de exterminio nazi. Ni siquiera se menciona la 'responsabilidad alemana' por los 27 millones de ciudadanos soviéticos asesinados.
La única conclusión legítima que se puede sacar tanto de la guerra de exterminio de la Alemania nazi como del Holocausto, los peores crímenes de la historia de la humanidad, es la siguiente: La clase trabajadora nunca debe permitir nuevamente la guerra y el fascismo, y debe eliminar de una vez por todas la raíz de este horror: el capitalismo.
La lucha contra la guerra también debe dirigirse contra el régimen de Putin. La OTAN provocó la guerra en Ucrania, pero eso no justifica la reaccionaria acción militar de Rusia. El régimen de Putin representa los intereses de los oligarcas rusos, que saquearon la propiedad socializada de la Unión Soviética y ahora están furiosos con que los ladrones imperialistas quieran apoderarse de ella.
Exigimos:
· ¡Alto a la guerra de la OTAN en Ucrania! ¡No a las sanciones ni a las entregas de armas!
· ¡Dos guerras mundiales son suficientes! ¡Detengan a los belicistas!
· ¡100.000 millones de euros para guarderías, escuelas y hospitales, en lugar de para armamento y la guerra!
¡Por una Europa socialista unida!
Todos los ámbitos de la vida social están subordinados a las políticas a favor de la guerra y a la codicia por los beneficios de los ricos. Si bien el gasto en armas está por las nubes, el presupuesto de salud se redujo en dos tercios el año pasado en medio de la pandemia de COVID. Ahora se están preparando nuevos recortes. La espantosa inflación está diezmando los salarios de los trabajadores y cientos de miles están perdiendo sus empleos.
Millones de personas ya viven en la pobreza extrema y tienen que luchar todos los días para llegar a fin de mes. En Alemania, la proporción de personas en riesgo de pobreza y exclusión social ha aumentado en 3,6 puntos porcentuales en los últimos tres años, según la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), y ahora se sitúa en el 20,9 por ciento, es decir, 17,3 millones de personas. La media de la UE es del 21,7 por ciento. Al mismo tiempo, la riqueza de los superricos se está disparando. Sólo en Europa se han sacrificado más de un millón de vidas durante la pandemia de coronavirus para evitar la disminución de sus ganancias.
La resistencia a la devastación social está creciendo en toda Europa. El continente está experimentando un repunte en las huelgas y protestas. Los trabajadores de todos los países están haciendo demandas similares y vinculándolas a la lucha contra la guerra. Estas luchas no pueden resolverse en el marco nacional y sindical, a través de negociaciones con uno u otro gobierno capitalista. Requieren una perspectiva internacional.
El genocidio de Gaza ha puesto en pie a millones de personas en toda Europa.
Sólo en Londres en las últimas semanas millones de personas se han manifestado contra la guerra de Israel. Cientos de miles de personas también han salido a las calles en Francia, España y Alemania. Pero el apoyo de todos los gobiernos al genocidio en Gaza y la represión de la oposición al mismo demuestra que los trabajadores no pueden ganar sus demandas sin derrocar a estos gobiernos y tomar el poder.
Los sindicatos desempeñan un papel central en la defensa de los gobiernos y en la represión de las luchas de los trabajadores. Aíslan las luchas de los trabajadores por países y sectores y hacen que se cumpla con los despidos y los recortes en los salarios reales. El SGP apoya la formación de comités de acción de base independientes que hablen en nombre de los trabajadores en la fábrica, no de los burócratas, y que unan a los trabajadores a través de las fronteras en la lucha contra los recortes y la guerra. Estos comités deben tomar la dirección de las huelgas en sus propias manos. Deben desarrollarse como nuevos organismos a través de los cuales los trabajadores puedan participar en una lucha política por el poder.
Un movimiento de este tipo debe dirigirse contra el propio capitalismo. La guerra de Ucrania ha demostrado que la unificación pacífica de Europa en condiciones capitalistas es una ilusión reaccionaria. La Unión Europea (UE) se está armando hasta los dientes, librando una guerra contra Rusia, apoyando el genocidio en Gaza y sirviendo como instrumento para los ataques contra los trabajadores en todo el continente.
El carácter reaccionario de la UE es particularmente evidente en su política sobre los refugiados. La 'Fortaleza Europa', que se expande continuamente con muros, vallas de alambre de espino y campos de detención inhumanos en las fronteras exteriores, está causando la muerte a miles de refugiados. Según cifras oficiales, más de 28.000 personas se han ahogado en el Mediterráneo en los últimos 10 años. Se trata de una política deliberada de asesinato para disuadir a los refugiados que huyen de la guerra, la destrucción y la miseria. Al mismo tiempo, los políticos y los medios de comunicación intentan convertir a los refugiados e inmigrantes en chivos expiatorios de la profunda crisis social y fortalecer así a las fuerzas fascistas y de extrema derecha.
Los trabajadores deben contraponer a la UE de los bancos y las corporaciones, de la muerte en masa y la guerra, la perspectiva de unos Estados Unidos Socialistas de Europa. No se puede poner fin a la guerra, no se pueden salvar vidas humanas y no se pueden defender los salarios sin romper el poder de los bancos y las corporaciones y ponerlos bajo control democrático. En lugar de dispararse mutuamente, los trabajadores en Rusia y Ucrania, así como los trabajadores en toda Europa, deben luchar con esta perspectiva contra los belicistas en sus propios países.
Exigimos:
· ¡Vidas en lugar de ganancias!
· ¡Defendan todos los empleos! ¡Un 30 por ciento más de salario para todos y compensación automática por la inflación!
· Expropian a los especuladores inmobiliarios, compañías de energía y a los que se benefician con la guerra sin compensación.
· ¡Contra la UE de los bancos y las corporaciones, de la muerte en masa y de la guerra! ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa!
¡Los trabajadores necesitan su propio partido!
Estas demandas no se pueden realizar apelando a la clase dominante y sus partidos políticos, porque todos los partidos capitalistas están detrás de la guerra y la devastación social. El 12 de octubre, todos los miembros del Bundestag (parlamento federal), desde la AfD hasta el partido La Izquierda, respaldaron la guerra genocida de Israel contra los palestinos.
Los Verdes, que representan como ningún otro partido a las capas adineradas de la clase media, fueron pacifistas durante todo el tiempo que esto estuviera en línea con los intereses de la gran potencia alemana. Desde que ayudaron a organizar, contra Serbia en 1998, la primera guerra de agresión de Alemania desde Hitler, se han convertido en los militaristas más agresivos.
El partido La Izquierda también apoya la imposición de sanciones contra Rusia y las políticas del gobierno a favor de la guerra. Surgido del partido estatal estalinista en la antigua Alemania Oriental, esta fuerza política encarna el desprecio concentrado del aparato estatal y su opresión hacia los trabajadores comunes. Dondequiera que gobierne o cogobierne a nivel estatal, implementa las mismas políticas reaccionarias que los otros partidos capitalistas. Sus partidos hermanos, Syriza en Grecia y Podemos en España, han impulsado las medidas de austeridad y las políticas de guerra de la UE enfrentando una gran resistencia.
La escisión llevada a cabo por Sahra Wagenknecht en el Partido de la Izquierda no tiene nada que ver con el antimilitarismo. Su grupo critica la guerra contra Rusia exclusivamente desde un punto de vista nacionalista y sostiene que el rearme germano-europeo debe organizarse de forma más independiente de los Estados Unidos. Apoya plenamente el genocidio en Gaza.
El objetivo de Wagenknecht es estabilizar el podrido sistema capitalista y canalizar la creciente oposición a él a lo largo de líneas nacionalistas.
Sólo el SGP lucha consecuentemente contra el militarismo, el fascismo y la guerra. No buscamos puestos lucrativos, sino utilizar las elecciones europeas y los escaños en el parlamento para oponernos a los partidos de la guerra. Advertimos de los enormes peligros y organizamos la resistencia contra ellos.
Al hacerlo, nos basamos en la perspectiva del socialismo internacional. Como sección alemana del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, nos posicionamos en las tradiciones del marxismo: de August Bebel, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, de la Revolución Rusa de Octubre y de la Oposición de Izquierda al estalinismo de León Trotsky.
Es hora de pasar a la acción y construir un nuevo partido socialista de masas que elimine los males capitalistas de una vez por todas. Hacemos un llamamiento a todos los que no quieran tolerar la genocida política de guerra, la obscena desigualdad social, la destrucción de los sistemas de salud y educación y la devastación de nuestro planeta: Comparta esta declaración lo más ampliamente posible. Si es elegible, ¡inscríbase para apoyar la candidatura del SGP hoy y hágase miembro de nuestro partido!
(Artículo publicado originalmente en alemán el 30 de diciembre de 2023)