Los informes financieros de la campaña de mayo presentados el 20 de junio ante la Comisión Federal Electoral (FEC) documentan el dominio de las elecciones presidenciales estadounidenses, de ambos candidatos, de sus partidos y de todo el sistema político por facciones rivales de oligarcas multimillonarios.
De cara al debate inicial de la próxima semana entre el demócrata Joe Biden y su presunto rival republicano, el expresidente Donald Trump, los informes confirman que la supuesta 'elección' que se ofrece es entre dos bandos reaccionarios viciosamente hostiles a la clase trabajadora.
El New York Times publicó el viernes un artículo en el que casi se jacta del papel decisivo de una pequeña camarilla de multimillonarios en el resultado de la carrera presidencial. Lleva el titular 'Cómo los donantes multimillonarios están remodelando la carrera Trump-Biden' y el subtítulo: 'Multimillonarios contra multimillonarios'.
El Times escribe:
Donald Trump ha borrado rápidamente su desventaja en efectivo frente al presidente Biden, superando en recaudación a su rival demócrata por segundo mes consecutivo. El motor de esa recaudación de fondos fue un grupo de acaudalados partidarios que donaron millones poco después de que el ex presidente fuera condenado por 34 delitos graves en Nueva York.
Pero los donantes ricos siguen donando a Biden, y su campaña ha utilizado su gran ventaja financiera inicial para construir una maquinaria política en los principales estados en liza. Eso significa que el éxito en noviembre puede depender en parte de cuál de las dos partes puede seguir recurriendo a sus patrocinadores multimillonarios.
Según los datos presentados el 30 de mayo, Trump y el Comité Nacional Republicano (RNC) recaudaron 141 millones de dólares el mes pasado, frente a los 85 millones recaudados por Biden y el Comité Nacional Demócrata (DNC). Esto siguió a una ventaja del equipo de Trump de 25 millones de dólares en el mes de abril.
Sin embargo, Biden tenía unos 192 millones de dólares en efectivo a finales de marzo, casi el doble del efectivo que la campaña de Trump y el RNC declararon en sus cuentas. Aunque Trump ha superado con creces la disparidad, Biden y el Comité Nacional Demócrata siguen teniendo 212 millones de dólares en sus arcas combinadas, frente a los 170 millones de Trump y el Comité Nacional Republicano, según el Times.
Más significativo que la mera escala del dinero derrochado en las dos campañas de la derecha es el papel de los donantes individuales multimillonarios. De $69 millones recaudados en mayo por el principal super PAC de Trump, MAGA Inc., $50 millones procedían de una persona, Timothy Mellon, heredero de la fortuna bancaria Mellon, cuyo patrimonio neto se estima en unos $4.000 millones.
Mellon ya había donado $25 millones a la campaña de Trump, así como $25 millones a la campaña del independiente Robert F. Kennedy Jr. Inmediatamente después de que Trump fuera declarado culpable por un jurado de Nueva York de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales en relación con los pagos de dinero por su silencio en vísperas de las elecciones de 2016 a la estrella porno Stormy Daniels, aportó $50 millones al PAC de Trump.
Mellon es ahora personalmente responsable de casi la mitad del total ingresado por MAGA Inc. Mellon autopublicó una autobiografía que fue retirada de la red después de que se hicieran públicos pasajes en los que se quejaba de que los negros eran 'aún más beligerantes' después de que se ampliaran los programas sociales en las décadas de 1960 y 1970 y denunciaba la red de seguridad social como la 'esclavitud redux'. En 2021, donó acciones por valor de $53 millones para ayudar a financiar la construcción privada de un muro fronterizo en Texas defendido por el gobernador republicano Greg Abbott.
MAGA Inc. también recibió $10 millones en mayo de Elizabeth y Richard Uihlein, herederos de la fortuna cervecera Schlitz con un patrimonio neto estimado de $4.000 millones. Según Wikipedia, los Uihlein son antisindicales y los impuestos y favorables a la desregulación. Richard Uihlein tiene un historial de apoyo a candidatos de extrema derecha y de oposición a los derechos de homosexuales y transexuales, así como al aborto. Él y su esposa apoyan financieramente al neofascista Turning Point USA de Charlie Kirk.
Otros $5 millones proceden de Kelcy Warren, presidente y director ejecutivo de Energy Transfer Partners, constructora del oleoducto Dakota Access Pipeline, que tiene un patrimonio neto estimado de $3.800 millones.
Estos tres oligarcas suman $65 millones de los $69 millones ingresados por el super PAC MAGA Inc. de Trump en mayo.
Por otro lado, 19 de los $39 millones de dólares recaudados en mayo por el principal super PAC de Biden, FF PAC, proceden del exalcalde de Nueva York y magnate de los medios de comunicación Michael Bloomberg. Según Forbes, Bloomberg es la decimotercera persona más rica del mundo, con una fortuna estimada en $106.200 millones. Bloomberg también donó la cantidad máxima de $929.600 al Biden Victory Fund, un fondo conjunto de la campaña de Biden y otros comités demócratas.
Bloomberg fue alcalde de Nueva York durante tres legislaturas, de 2002 a 2013. Fue elegido republicano, se hizo independiente y luego demócrata durante su mandato. Supervisó una subida récord de la bolsa mientras introducía escuelas concertadas en el sistema escolar público, aplicaba brutalmente el programa policial 'stop and frisk' y llevaba a cabo una operación de vigilancia de la CIA contra las comunidades musulmanas. Desde 2022, preside la Junta de Innovación de Defensa, un panel asesor independiente adscrito al Pentágono.
A principios de este mes, Biden celebró una recaudación de fondos de $30 millones en Los Ángeles con la presencia del expresidente Barack Obama y un desfile de estrellas de Hollywood, que, al igual que un acto similar celebrado en marzo en Nueva York, movilizó una masiva presencia policial para silenciar y bloquear a los manifestantes propalestinos que se oponían al pleno apoyo de Biden al genocidio israelí en Gaza. A esto siguió una recaudación de fondos de $8 millones en el patio trasero de la casa del exgobernador demócrata de Virginia, Terry McAuliffe, a la que asistió Bill Clinton.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de junio de 2024)